Santo Domingo Oeste.- El barrio “Los Chivos”, construido sobre la acera Este de la calle H o Juan Ballenilla, es una hilera de pequeños espacios comerciales y viviendas. Al peatón se le prohibió caminar por el espacio que los urbanistas les dedicaron en el diseño de la vía.

Talleres, puestos de comidas, colmado, ferretería y otros tipos de negocios, más viviendas de dos niveles son parte del angosto lugar que han sido construidas a lo largo de los años. Este espacio concebido, desde principio solo para la instalación de empresas, poco a poco se ha ido poblando en algunas zonas tanto de tarantines como de viviendas.

El alcalde José Andújar advierte que toda persona o negocio que ocupe los espacios públicos como las aceras y otros, “se va y antes de diciembre”. Algunos negocios serán reubicados en el solar donde se instalarán los vendedores de La Pulga.

Al preguntarle qué pasará con las familias que viven en el barrio “Los Chivos” dijo: “¿Si tú no tienes casa, va a construir en el medio de la Luperón? ¿O en la prolongación 27 de febrero? El que construye en espacio público, no tiene nada. Es una decisión de este ayuntamiento de garantizar la libre circulación y estamos recuperando los espacios públicos”, advirtió.

Destacó que se trata de hacer un trabajo consensuado y que por eso, varios departamentos de la Alcaldía se han estado reuniendo con todos los actores de la zona a fin de hacer las reubicaciones sin mayores traumas.

Dijo que para acabar con la arrabalización y la ocupación ilegal de los espacios públicos de la zona, la Alcaldía cuenta con los galpones del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre), los almacenes del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese) con más de 17,000 metros que serán transferidos a la Alcaldía.

Pero, para comerciantes entrevistados lo del desalojo de viviendas es solo un rumor, porque según alegan, ninguna autoridad ha hablado con ellos al respecto.



Partes de los ocupantes están conscientes de que los terrenos no son de su propiedad, pero alegan un derecho adquirido por los años y una indemnización por la inversión que han hecho y como explica “la popular Linda”, una vendedora de acomida que tiene 23 años en el lugar, sus hijos los crió con ese negocio.

Ernesto Herrera Brito, es el propietario de un negocio de venta de baterías, aceite para vehículos y un taller de soldadura y para él un desalojo sería negarles el derecho a trabajar para mantener su familia.

Frente a su negocio es que la Alcaldía instalará a los vendedores de La Pulga que comercializaban debajo del elevado de la Luperón con avenida Independencia y dice que no les afectaría el traslado, pero un desalojo sí.

Uno comerciante solo identificado como “Moreno”, de la calle J, próximo a la H, otra de las vías cuyas aceras están totalmente ocupadas, asegura que la Alcaldía no tiene recursos para hacer la reubicación que se ha dicho y entiende que habilitar solo el espacio donde se reubicaría a los vendedores de La Pulga y que con los mercaderes se irá muchos recursos que la Alcaldía no tiene.

“Ellos nos quieren sacar, el problema es que para sacarnos a nosotros de aquí hay que hablar de 50 o 60 millones de pesos que el Estado no tiene. Aquí pernoctan, trabajan y se mantienen de esta área, alrededor de mil 500 familias y ¿dónde van a tirar todas estas familias?”, se preguntó.



Fuente Diario Libre